Los periodistas literarios pueden llegan a reconocerse como ambiguos y causar muchas confusiones. Pero a partir de esto, en América se están tratando de encaminar estos dos términos (periodismo y literatura) para poner en los mismos zapatos la ficción y en otro la
notaria. En la publicación que realiza Mark Kramer a cerca de las reglas quebrantables para los periodistas literarios enumera una seria de estamentos para el comportamientos y seguimiento de una buena obra de éste estilo.
En primer lugar el periodista debe estar inmerso en la vida de sus personajes, allí podrá entender su contexto para ampliar mas la redacción narrativa acerca del suceso. “No es una etapa social. El objetivo de estas largas inmersiones es comprender a nuestros sujetos”(Kramer, 2001).
Campos de acción
Por otro lado las relaciones que estos periodistas deben tener con sus lectores y también con sus fuentes funciona de una manera individual, el periodista literario se mueve por su mundo solo para adquirir una confianza y una fidelidad que permita el flujo de una historia verdadera. En cuanto a la manera de relatar los hechos para darles un giro de reconstrucción de memoria histórica o humanizar dicho sucesos el periodista literario narra con un estilo informal, irónico con una voz intimista donde logra conseguir el relato sin juicios de valor. Así como lo plantea Mark Kramer (2001) “La estructura cuenta, como una mezcla de narración primaria con historias y digresiones que amplifican y encuadran los sucesos”. En este caso, esta nuevo genero del periodismo conlleva al lector a una seria de sentimientos de humanización, de cultura y de compasión.
